Había una vez un jardín
2012-2014
Desde una estética romántica y que remite a los cuentos de hadas, las obras de “Había una vez un jardín” confrontan paradigmas, miradas y mandatos acerca de la familia. La mirada fundamental está puesta en la realidad subyacente, poniendo en evidencia la sombra y lo oculto, o la intención de ocultamiento dentro de este sistema de relaciones.
Estas obras, que se articulan desde la idea de “La Sombra” según Jung, proponen un proceso de desarticulación y confrontación a la idea de familia planteada desde los medios masivos de comunicación y desde las políticas capitalistas, donde la familia es un órgano feliz y funcional, y donde sus integrantes se deben a un rol estrictamente determinado.
Como una denuncia, las pinturas se plantean como escenografías de climas enrarecidos, aparentemente bellos pero a la vez inquietantes, que evidencian la noción de irrealidad como una constante.
De pronto un jardín circular
En tus pupilas un jardín circular
En tu palabra de muerte un jardín circular
Armada de silencio entro las sombras








